Hoy en El Chico Turquesa recordaremos lo que es vivir intensamente porque somos así de intensos.
¿Pero qué es vivir intensamente? Buena pregunta. Para mí vivir intensamente es haber hecho lo que me ha dado la gana, porque todos tenemos derecho a hacer con nuestro culo un papalote cuando queramos, donde queramos y con quien queramos. Eso es vivir intensamente.
Tabla de contenidos
MIS AÑOS INTENSOS
Para mí, mi época de la Facultad y los años que viví en Málaga fueron los mejores de mi vida. Bueno, quizá la Facultad no tanto porque me dediqué a estudiar como un pervertido, pero aun así la valoro por las grandes amigas que hice allí. Sí, amigas, porque siempre me llevé mejor con las chicas. Leila, Yusti, Aracelly, Maria Rosa, Paola y Cinthya, mis mejores amigas y con las que vivi cerca de 8 años dejándonos las pestañas hasta titularnos tod@s de ingenier@s.
Con los chicos también tuve buen rollo. Taquillero, Coloma, Tarzán, el Pablo Rojas y Cortesiño. Chicos que descubrieron la manera de salir adelante a pesar de las dificultades económicas y familiares.

Los chicos de la Universidad de Antofagasta

Estudiando pa variar con Yusti, Maria Rosa y Ñoto
Para mí todos fuimos guerreros a merced de depravados académicos.
MIS PROFESORES INTENSOS
Cómo olvidar al Clunes o al Illanes, dos chanchulleros de marca mayor. Cómo olvidar al resto que se movían menos por los estudiantes que los ojos de Chanquete, se movían menos que un gato de escayola. Sólo se movían para cobrar el sueldo y para sus chanchullos. Una carrera de Ingeniería de Minas y teníamos salidas a terreno que se podría decir que virtuales.
De todos modos no nos pongamos haters. Tampoco todos eran así. Habían otros de los cuales guardo un buen recuerdo: Milton Tapia que con sus clases te quitaba todo el tiempo, pero salían aprendiendo de manera muy didáctica. ¡Ah! y el Quiroz, un verdadero gentleman al que Aracelly invitó a su boda y se marcó un tango. Pues el Quiroz, cuando le pedíamos cambiar la fecha de un examen, nos decía: “Esto es como la Ley de Unamuno, o me lo pedís todos o no me lo pide ni uno”.
Gracias a ambos tengo 2 habilidades:
- Gracias al Milton Tapia, cuando le explico a alguien algo muy denso, intento ser lo más didáctico posible para que lo entienda (si no tienes pedagogía no sabes transmitir el conocimiento y de qué coño te sirve tener un título universitario) y,
- Gracias al Quiroz, cuando parece que las cosas no van a salir y te comienzas a dar con la pared, poner una nota de humor con un toque de elegancia, ayuda a quitar hierro al asunto y a seguir adelante bajo un nuevo prisma.
Y ya veis ¡Ya me he desviado del tema! ¡La madre que me parió!
Que venía yo con mi libro de vivir intensamente y me ha dado por hablar de dos profesores que me enseñaron mucho.
Y TÚ, ¿ERES INTENSO?
Es un buen ejercicio hacer esta reflexión, es bueno preguntarse si alguna vez de ha vivido intensamente. ¿O ha sido nuestra vida un soberano coñazo?
La gente debería tener como mínimo 1 periodo en su vida en la que haya vivido intensamente (o haya tenido la percepción de haberlo hecho). Este periodo suele coincidir con la facultad o con haberse ido a estudiar o trabajar al extranjero (un 90% de la gente digamos que “normal”, porque para mí “normal” es un programa de mi lavadora)
¿Pero por qué valoramos tanto este período?
¡Pos fácil, Mary Pili! porque sabes que es un periodo temporal que va a acabar y lo exprimes al máximo.
¡Y menos mal que es temporal! ¡Que si no viviríamos todos eufóricos perdíos!
METÁFORA DE LOS VECTORES
Por ejemplo, tengo una amiga que en la facultad conoció a un chico del que se enamoró perdidamente. Él venía de México e iba a estar en el país un semestre. Pues se amaban locamente, pero esos 6 meses pasaron muy rápido. ¿Pues te quieres creer que cuando el se tuvo que ir ella se planteó ir detrás de él? Pues estuvo a esto, pero hubo algo que le dijo que no lo hiciera. El chico tenía claro desde el principio que seguiría su vida, porque los intercambios son así, pero ella pensó que quizá podía cambiar el curso de las cosas e irse detrás de él. Te lo juro por este puñado de cruces que se lo planteó.
Pasaron un par de meses desde que él se regresara a Mejico y, un día hablando por teléfono, él le dijo a ella que estaba saliendo con otra chica y que tendría que volver a irse a por otra beca. Esa fue la alarma que la hizo despertar. Ella lo había vivido todo tan intensamente que había olvidado razonar, había olvidado que todos tienen sus planes y sus caminos en la vida que, muchas veces, no estamos incluidos en él. Ambos lo tenían muy claro, pero los caminos no confluían y, cuando no hay convergencia, no hay nada que medir. No hay buenos ni malos, solo distintas direcciones, distintos sentidos, distintos vectores y fuerzas, distintos intereses y metas.
No sé por qué cuento esto que no viene a cuento (me ha salido un verso sin mayor esfuerzo)… ¡Ah sí, la metáfora de los vectores! (que me la acabo de inventar sacándomela de la chorra) ¡Qué poeta, qué matemático y qué sexy que parece que mis padres me hubieran hecho con la luz encendida!
La enseñanza es que, si eres listo como mi amiga, acabarás dándote cuenta que hay periodos de la vida que son intensos pero con fecha de caducidad. Los disfrutas, guardas un buen recuerdo y pa’lante caminante con el cimbrel por delante.
¿QUÉ PASA SI NO SOMOS INTENSOS?
Pos nada, ¡Qué va a pasar!
Bueno, lo mismo te aburres. ¿Y qué hacemos en los periodos de tiempo en los que NO vivimos intensamente? Pues un coñazo todo. Nos acomodamos, nos sumergirnos en rutina, vemos pasar la vida diciendo: “otra vez lunes, otra vez este tipejo dando el coñazo, otra vez las mismas situaciones, la misma gente que huele mal en el metro, el mismo trayecto al trabajo y lo mismo en la tele”
¿Realmente merecemos esta rutina? ¿Alguna vez nos permitiremos que se nos vaya la cabeza y hacer algo completamente fuera de planes? ¿por qué con los años dejamos de permitirnos vivir alguna aventura? (por favor, no confundir rutina con llevar una vida tranquila y apacible que ya veo a las talibanas de siempre afilando las katanas)
TÚ TAMBIÉN TE VAS A MORIR
Sí guapi, tú también vas a palmar porque no eres inmortal aunque cierres los ojitos y lo desees mucho mucho. Aunque tengas críos a tu cargo y pienses que vas a estar toda la vida ahí para ellos, aunque te creas very important person y estés convencido que en tu trabajo no pueden vivir sin ti, aunque pienses que todo dura para siempre. No. Tú también te vas a morir, más tarde o más temprano, pero te vas a morir.
¿Y qué coño hago hasta que llegue ese momento? ¡Pos yo que sé, tú sabrás! que bastante tengo yo con descifrar qué hacer con mi vida como para ir por la vida, en plan couch super cuqui, diciéndole a la peña qué hacer con la suya. No. No soy tan pervertido.
Al ver la muerte como algo lejano nos permitimos el lujo de pensar: “no me gusta mi trabajo, pero voy a aguantar otro poquito a ver si acumulo más experiencia” y se pasan los meses y los años. ¿Y qué tal si tu jefe es un mendrugo y no aprendes ni te enseña un carajo? ¡Pos vaya pérdida de tiempo más tonta y que sinsentido todo, maricón.
Con los años vienen los arrepentimientos. “Ojalá no hubiese trabajado tanto, ojalá hubiese pasado más tiempo con mi familia y mis amigos, ojalá me hubiese atrevido a empezar aquel proyecto o a haber hecho ese viaje”. Dudo mucho que nadie en su lecho de muerte recuerde con cariño esa integración tan mona que le hicisteis al cliente X que, por fin salió, y que dejó a todo el departamento financiero y a todo dios haciendo palmas con las orejas. ¡Ni de coña, chaval!
¿Y por qué me pongo así de ntenso ahora sacando el tema de la muerte? Aquí entra mi amigo José, un aplauso para él porque le quería mucho aunque no se lo dijera (¡a ver si por no decir las cosas va a ser uno un témpano de hielo! como si las acciones no contaran, maldita gente que sólo valora las palabras…)
AMOR HERMOSO
Pues porque hoy 6 de marzo, por la mañana, mi hermana me envió un mensaje para decirme que habían encontrado a nuestro amigo José, muerto en su piso de Santiago de Chile. Accidente cardiovascular.
José tenía poco más de 50 años, pero aparentaba 35 el muy cabrón.

Con Marisel esos días locos que vivimos en Madrid
José parecía un chaval, tenía energía, seguía saliendo de copas, bebía, fumaba y se pasaba por la piedra a cuanto tío guapo se le pusiera a tiro. José no era una blanca paloma, pero tú tampoco lo eres. José era un tío alegre, enamoradizo, contradictorio, se le iba la cabeza, se le subían los humos, pero le cambiaba la cara con cualquier estúpido detalle. Una de las muchas veces que nos visitó en Madrid, y paseando por Usera, pasamos por la calle Amor Hermoso y se le iluminó el rostro. Amor Hermoso es una calle fea y sucia porque la gente es así de guarra, pero él sólo reparó en el nombre de la calle. “Amor hermoso…”, dijo con cara de bobalicón, “¡qué lindo nombre para una calle”. Pero si tú te tiras a medio personal le dije y él respondió: “es verdad, pero eso no significa que no sea romántico”
José nos acompañó el día de nuestra boda. Se cruzó el océano pacifico y estuvo con nosotros ese día. Vino con su novio Javi de aquel entonces, y se hicieron una verdadera gymkana hasta llegar a Madrid desde Chile.

De boda con José y Javi
José murió en su piso el sábado 02 de marzo y no fue hasta el lunes 04 que su hermano y su madre le encontraron porque no les cogía el teléfono y se temieron lo peor. Muy triste todo.
En el momento que escribo estas palabras (miércoles 06/03) le están velando en casa de su madre y mañana le entierran en el Cementerio Metropolitano de Santiago de Chile.
Al enterarme de su imprevista muerte me puse a pensar en lo frágil que es todo, lo rápido que pasan las semanas y los meses, y lo rápido que se pasa la vida en general.
Ya se que no sé puede vivir eufórico todo el tiempo, pero tampoco tiene nada de malo detenerse un momento en la vida, mirar fijamente el cartel con el nombre de una calle y decir su nombre con un suspiro: “Amor hermoso”
EVITAR EMBRUTECERSE
¿Y cómo vivir intensamente? ¡Fácil, Cathy Mary! El secreto está en el título de este párrafo.
Hay que evitar por todos los medios, luchar con uñas y dientes contra el síndrome casa-trabajo-casa-trabajo-tuputacasa-tuputotrabajo.
¡Haz lo que te salga del pirolo que no sea casa-trabajo.
CONTAGIA
¿Y qué puedes hacer para vivir intensamente? Pues…
- Vete al gimnasio y ponte esas mallas que no se pondría ni dios pero que te sacan una sonrisa,
- Coge clases de danza del vientre con tu mejor amiga aunque no te apetezca un carajo,
- Pinta aunque lo hagas muy mal que nadie es Rembrandt,
- Escribe aunque lo hagas de puta pena y nadie entienda un carajo,
- Aprende un nuevo idioma aunque pronuncies como un argentino hablando inglés o un murciano cualquier cosa que no sea murciano,
- Ama, no te cortes,
- Folla, pásate por la piedra a quien te dé la gana si puedes. Que sabe nadie,
- Sal de fiesta, cógete un pedal como un piano, una borrachera de la virgen,
- Apretate entre pecho y espalda un trozo de pizza del tamaño de la Isla de Palma, que ya lo quemarás en el gimnasio o tirándote a medio barrio,
- Baila, aunque lo hagas fatal. Los franceses dicen que quien baila no puede evitar sonreír. Algo de razón tienen los pobres con ese carácter y esa cara que tienen por todo el queso que se meten,
- Ten un perro, un gato o cualquier otro bicho al que cuidar,
- Aprende a hacer nuevos amigos, que los de toda la vida van haciendo sus vidas. Aprende a dejar ir amigos. A algunos hay que dejarles ir, a otros no hay que soltarles jamás,
- Abraza a los tuyos, diles que les quieres aunque estén lejos,
- Deja atrás los rencores, no tiene sentido sentir rencor por alguien al que no le importas. No se puede vivir cada día como si fuera una guerra. Al final se somatiza y aparecen las úlceras y los granos en el culo por no soltar toda esa mala leche que te envenena por gilipolleces.
- Quéjate menos, ¡ay si, la madre que te parió!
- Sal a correr o haz algún deporte, suda como una perra. Se suelta mucha mierda innecesaria y te queda un cutis que te cagas,
- Prueba un cambio de look: córtate el pelo de manera distinta, rápate si así te sientes sexy, déjate crecer el pelo si así te siente lo puto mejor, ponte un piercing, hazte un tatoo, ponte un pendiente, vístete distinto, sorprende a la gente, alégrales el día, siéntete guapo todo el tiempo porque lo eres por tus cojones, contagia a todo dios.
- ¡Celebra la vida!
- ¡Contagia a todo el mundo de cosas buenas! ¡no contagies con tus mierdas que todos tenemos mierda! ¡Contagia con lo bueno, con lo que produce felicidad!

Con mi esposo después de apretarnos un Tartufo en la Piazza Navona de Roma
TOQUE DE ATENCIÓN
Deja de preguntarte cuándo vivirás los mejores años de tu vida. No esperes a que aparescan por osmosis. ¡Haz que sucedan! («Make it happen«, dice Madonna). A partir de ahora empieza a valorar más tus días y aprovéchalos como cuando eras un chaval (bueno también depende porque hay mucho chaval que duerme hasta las 2 de la tarde que me dan ganas de meterle tres collejas, o que está con la consola que no cagan). No, de esa clases de chavales subnormales no.
CONSTRUYE (BUENOS) RECUERDOS
Que de los malos vamos sobrados… Cuando tengas 80 años y estés sentado viendo a los chicos guapos pasar, y no entiendas un carajo lo que dicen, no hablarás de las integraciones tan monas esas que hacías en el trabajo, ni de operativas ni de procesos ni de pollas en vinagre (a menos que acabes siendo un puto viejo coñazo), si no del día que te apretaste un cannoli en la Piazza del Popolo en Roma, o del día que hiciste autostop con Censy en el sur de Chile, o de cuando te fuiste de viaje de bodas con tu esposo a Venecia, o cuando llegaste a Bursa en Turquía buscando una mezquita verde, o cuando pasabas los veranos con tus padres y tus primos en Salamanca de Chile, o de cuando te quedaste embobado viendo un cartel en una calle de Madrid que ponía “Amor hermoso”
Y tú, ¿has vivido intensamente alguna vez?
Este post está inspirado en el post “Vivir intensamente” de Ángel Alegre de Vivir al Máximo, pero… honestamente, yo soy más cachondo escribiendo.
Si te ha gustado el post suscríbete que, con cada nuevo suscriptor, mi perrito (Dexter) se ganará una chichita rica. ¡Dadle una razón para que mueva el rabito de felicidad!
Responsable: Francisco Barrera Cortes (servidor)
Finalidad: enviarte mis nuevos contenidos, newsletters y lo que vea que puede interesarte relacionado con mi web https://www.elchicoturquesa.com
Legitimación: que estás de acuerdo, vaya.
Destinatarios: los datos que me facilites estarán ubicados en los servidores de Mailchimp que es una plataforma de automatización de marketing que me ayuda con mis campañas de correo electrónico. Mailchimp se encarga de la administración de listas de suscriptores, análisis de datos y diseño de campañas.
Derechos: acceder, rectificar, limitar y suprimir tus datos se explica en la política de privacidad que puedes consultar en https://elchicoturquesa.com/politica-de-privacidad/
Excelentes recuerdos pancho.
Ahhh el profe era Quiroz no Quiroga QEPD
Cariños
La Pilo