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PROPÓSITO #2: PLANIFICAR TUS PROPÓSITOS

3 febrero, 2018 escrito por el chico turquesa Deja un comentario

res inconstante cuando se trata de Propósitos y Hábitos. La primera en la cara. Bueno, vale, de acuerdo “somos inconstantes”. El ser humano en general es inconstante, no es trabajador. El ser humano, desde el inicio de los tiempos en que estaba dentro de una cueva calentito, no salía a cazar a menos que tuviera un hambre que da calambre. Por tal, el ser humano, si no hay una razón de peso para cambiar su situación (o digamos que esa razón de peso le obliga a hacer algo) no hace nada.

Bien, todos salimos de casa para ir a trabajar. Es un hecho. Aquellos que tengan la suerte de tener trabajo, claro está porque quienes no lo tienen también tienen que salir a buscarlo. ¿Y por qué salimos? Pues por un sueldo paupérrimo. Aquellos que estudian salen de casa a estudiar para tener derecho a un puesto de trabajo con su “quédate hoy un poco más”, “este mes no hay paga extra” y “tengo que tragar hasta que me hagan contrato” y/o “tengo que pagar la hipoteca”. Lo normal, lo estándar.

En este punto: ¿Cómo existe gente que aun así, con toda la carga de trabajo y familia, sigue teniendo nuevos propósitos cada fin de año? ¿Por qué lo hacen? ¿Por qué si no hay recompensa, al menos monetaria, de por medio? Pues simple: lo hacen por ser mejores personas. No hay más. Si no dime tú por qué alguien que trabaja de noche, en turnos de 12 horas, va a tener interés en apuntarse al gimnasio? ¿o a plantearse dejar de fumar? ¿o viajar? Peor aún: de todos aquellos propósitos de año nuevo que todos nos planteamos, existe un gran % que NO VAMOS A CUMPLIR, sin embargo insistimos en ellos. ¿Por qué? Pues porque son sueños y el ser humano no renuncia a ellos. Nunca. Siempre queda algo en la mente que te martilla y te dice “yo podría haberme ido a vivir a Italia cuando era chaval, sin embargo no lo hice porque me dio miedo”. El hecho de mantener el recuerdo en la mente es que sigues soñando con ello. No hay más explicación. Y eso significa que albergas la esperanza de algún día cumplir aquello que te quedó pendiente. En este punto aparece una palabrita que a muchos hace reflexionar y ojalá no existiera en el Diccionario: EXCUSA.

¿Sabéis por qué fallamos en los propósitos de Año Nuevo? ¿Os lo habéis preguntado alguna vez? Seguro que cada 01 de febrero os lo habéis preguntado. Fallamos porque NO tenemos lo que se explica en el siguiente apartado…

Tabla de contenidos

  • 1 Hábitos
  • 2 Propósitos inalcanzables
  • 3 Propósitos alcanzables
  • 4 Dejar de fumar
  • 5 Ponerse en forma
  • 6 Aprender un idioma nuevo
  • 7 Viajar más
  • 8 Conseguir pareja
  • 9 ¿Qué propósitos cumplir?
  • 10 Seguimiento de propósitos
  • 11 Fichero de seguimiento
    • 11.1 Relacionado

Hábitos

Eso es. NO tenemos hábitos y/o nos cuesta hacérnoslos. En la consecución de metas y propósitos fallamos porque nos olvidamos de construir hábitos. La liamos con lo más importante. LOS HÁBITOS NOS AYUDAN A CONSEGUIR PROPÓSITOS. Sin hábitos NO HAY NADA. He repetido la palabra HÁBITO tanto que me he mareado y todo, pero es que creo que con esto hay que ser machacón.

Existen varias razones que explican por qué se abandonan los propósitos de Año nuevo en los meses (o días) siguientes a proponérselos:

  • Falta de fuerza de voluntad que nos impide ser perseverantes en el logro de los objetivos.
  • Falta de motivación real por alcanzar la meta.
  • Fijación de propósitos demasiado ambiciosos.

En el post “Cómo crear hábitos” se explica un poco más el tema.

De entre todos los propósitos que se plantea el ser humano existen 2 tipos:

Propósitos inalcanzables

Antes que nada me gustaría decir que aquí no van los sueños alcanzables en plan “quiero dejar de fumar desde 1998, pero no lo logro, eso será que es inalcanzable, ¿no?”. No, eso es que no te lo has tomado en serio y/o estás rodeado de amigos cabrones que, cada vez que sales, te ofrecen un piti.

Bien, un sueño inalcanzable es – aunque suene contradictorio – alcanzable. Tal cual te lo narro.

Ejemplo 1: estoy como loco por tener el suficiente dinero como para producir un musical y que se estrene en la Gran Vía de Madrid. Escribiría el guión, elegiría las canciones (bien de Alaska, de La Casa Azul, de OBK y otros más) y pondría la pasta. Estoy seguro que lo perdería todo, pero el día del estreno sería absolutamente feliz. ¿Por qué pienso que es inalcanzable? Pues porque no tengo pelas. Yo mismo parto de esa idea, pero ¿qué me detiene para comenzar a escribir el guión? Pues nada. Y quién dice que algún día aparece alguien interesado en producirlo y mi sueño se cumple y – encima – no me he gastado un duro.

Dame ejemplos de sueños inalcanzables y piensa en ellos. Piensa en cómo pueden cambiar de “inalcanzable” a “alcanzable” en un pis pas. ¿Has llegado a la misma conclusión que yo? Sí, muchos sueños no se alcanzan porque ponemos EXCUSAS y nos AUTO COARTAMOS por MIEDO.

 

Propósitos alcanzables

Dejar de fumar, viajar más, ir al gimnasio, pasar más tiempo con la familia, cambiar de coche, ahorrar más, etc. Todos estos.

Bien, vamos a hablar un poquito de todos ellos:

Dejar de fumar

Se puede decir que es uno de los propósitos más populares. Lo dejas el 01 de enero, porque la noche vieja te has fumado 2 paquetes y tienes voz de gitana vieja. Pero después de 2 días ya estás deseando un cigarrillo para después de comer. Si tienes cierta resistencia eres capaz de poner la casa manga por hombro buscando el vapeador (ese bonito artilugio que ayuda a no perder la costumbre de tener algo en la boca y así no caer de bruces a los caramelos de menta. Pero te tengo noticias: funciona, pero sólo si tienes voluntad, y eso no lo dicen en los anuncios de publicidad.

Seamos honestos: el tabaco mata (y algunos modelitos de Galliano también), pero no lo dejamos porque fumar mola y mola mucho: porque vas a una fiesta y lo necesitas con la cerveza en la calle a -2 ºC, porque vas a currar y no falta tu prima que te dice “bájate y nos echamos un cigarrito” y miras a la pantalla del ordenador – que tienes ahí una mierda de esas que huelen -, y piensas “pos claro, prefiero que me mate el tabaco a que me mate este marronaco”. Y te bajas. Ese es el problema: el tabaco se ve como una distracción de nuestras obligaciones o como un premio. Sí, como un premio. Imagina que has dejado de fumar un lunes y llega el viernes por la tarde a casa, te tomas un café y te entra de golpe esas ganas irrefrenables de fumar y piensas “Pos uno, no es ninguno, he trabajado toda la semana como un cabrón y voy a darme un gusto echándome un cigarrito que me voy a quedar nuevo. ¡Por lo bien que lo he hecho, cigarrito pal pecho!”. ¿Lo veis? ¡Como un premio!. Aprovecho este post para felicitar a los departamentos de Marketing de las tabacaleras por este gran logro subliminal (si, he dicho Marketing porque sé que os jode que nadie os llame Market Manachhhmeent)

Ponerse en forma

Primera pregunta: “¿Has hecho ejercicio en los últimos 2 años?, ¿en los últimos 5?, ¿en el cole?. ¡Ah!, no cuenta como ejercicio físico bajarse del coche, cruzar la calle, y entrar al gimnasio a pagar la matrícula. Lo único bueno que hemos aprendido de esto – de no cumplir el mismo propósito de ponernos en forma -, es que al menos hemos dejado de pagar las matrículas anuales de 400 €uracos y ahora pagamos 26 € al mes en los gimnasios low cost. Algo es algo. ¿Lo malo? Antes movíamos más el culo porque nos dolían los 400 €. Los 26 € como que nos la bufan.

Segunda pregunta: ¿te apetece hacer ejercicio? Porque si la respuesta es no (porque tienes menos fondo que una natilla Danone), deja entonces de sufrir. Si no te apetece, pos no te apetece. Te vas a la listita de propósitos y la quitas de en medio sin complejos. ¡A tomar viento la patineta!. Aquí hay que proponerse cosas por voluntad propia y que nadie te obligue a hacer algo que no te apetece. Si ves que necesitas ponerte en forma, hazlo porque tí mismo (o por tu salud). Eso sí, una cosa que quede clara: Hacer ejercicio físico es intrínseco al ser humano (sino seríamos potos en una esquina o Ministras de trabajo) y si no, entonces el mismo cavernícola de la caverna, cuando no le quedaba otra que salir a cazar, le tocaba sudar, dejarse los cuernos y correr que se las pela, que si no, no comía ni Dios en la caverna.

Otra manera de verlo es respondiendo a estas preguntas:

  • ¿Te apetece ir a currar? ¿No?           → Pues tienes que ir, my dear.
  • ¿Te apetece hacer ejercicio? ¿No? → ¡Pero si ya lo haces!. ¿Acaso no caminas al metro, subes escaleras, y/o vas de un lugar a otro? ¡Tienes actividad física!, lo que pasa es que no es suficiente. ¡No hay excusa!. Si hasta lo chinos de mi barrio salen a correr en vaqueros y con zapatos (si, majos, en zapatos y es un horror que cada vez que los veo me araño pa’rriba). ¿Qué no te apetece sudar? Pues en casa ponte en youtube el canal de Elena Malova. Tiene cientos de videos de yoga para adelgazar. Nunca en la vida ha sido tan fácil. Y se suda lo justito.

¿Qué no tienes tiempo? ¿Te estás quedando conmigo? ¿Quién eres? ¿Eres Directivo de alguna multinacional? Pues esos son los que más se cuidan, no ves que les piden pasar chequeos médicos anuales, que tienen que exprimirlos pero bien. ¿Tienes una agenda muy apretada? ¿Eres el Papa del Vaticano? ¿Obama? ¡Esa gente si que no tiene tiempo! Tu sí. ¿Tienes hijos y no te queda tiempo libre? Entonces, al loro Mari Pili, porque eso es que te estás organizando fatal. En los 60’s habían familias que criaban 14 hijos… ¡esa gente sí que no tenía tiempo!. Tu sí. Lo que pasa es que eres vago (o es que Tele 5 ha mejorado la programación basuril y no nos estamos enterando)

Aprender un idioma nuevo

Antes que nada hazte la pregunta obligatoria: ¿realmente te apetece aprender un idioma nuevo?

  • Si la respuesta es SI   → sigue leyendo.
  • Si la respuesta es NO → sigue leyendo igual, ¿pa qué te vas  a ir ahora que ya te has tragado 2.545 palabras?

A ver, puedes proponerte aprender algo facilito. Que cuando digo “Aprender un idioma nuevo” no estoy diciendo aprender polaco, arameo antiguo o fusja. No, nada de eso. Puedes apuntarte a un idioma que no te resulte complicado, que te guste, que te suene bien y principalmente que te apetezca. Nada de sufrir. Y cuando digo aprender un idioma fácil, me refiero a alguno que se parezca al español como el portugués (para cuando visites Lisboa y se te hinche el pecho al decir obrigado), o italiano (y poder entrarle a esa italianica guapa que curra contigo en la oficina y te oiga decir alguna tontuna que le arranque una sonrisa)

Si hablamos de aprender idiomas que muestren alguna complicación mayor, podemos elegir el alemán (mis mejores recuerdos de cuando lo estudié era cuando nos tajábamos después de clase en la Puerta del Sol), o francés (ya sé que dicen que es un idioma protocolario, pero no está de más aprenderlo por si algún día te invitan a Palacio y te toca chapurrearlo con el Rey Felipe VI. ¡Anda!, apuntad esto como propósito inalcanzable), o chino mandarín (de esto os contaré mi experiencia en un futuro post, pero os lo recomiendo. No es que se os amplíe la mente a nivel de Einstein, pero si os gustan los retos, este es uno de ellos, la escuela a la que voy – BUNKYO MADRID – mola mucho)

Viajar más

Aquí es importante hacer una pequeña distinción entre TURISTA y VIAJERO. Un Turista es aquel que espera julio/agosto para viajar. No se integra con el lugar que visita; es más, le importa tres carajos, va en manada, no habla el idioma ni le interesa aprenderlo, compra tontunas de souvenirs, y en general: vuelve como se fue: sin saber nada, pero con unos selfies guapísimos. Un Viajero es todo lo contrario, viaja disponiendo de más tiempo, se aleja de los circuitos turísticos, se integra con el medio, aprende el idioma o algunas palabritas, no va arrampando por los lugares, sonríe porque está disfrutando del lugar y regresa a casa más rico: rico en cultura, rico en experiencias, y feliz por toda la belleza que sus ojos pudieron abarcar.

¿Eres turista o viajero?

No es que uno sea mejor que el otro pero es que, si hay dos términos para distinguirlos, es que algo hay.

Conseguir pareja

Recuerda la pregunta obligatoria… ¿Te apetece tener pareja? ¿Realmente la necesitas? ¿valoras tener toda la cama para ti, no ir por ahí recogiendo mierdas, o bajando la tapa del váter o tapando el tubo de la pasta de dientes? Disculpad, me estoy equivocando. Pero es que tener pareja no necesariamente implica vivir juntos. Quizá lo que realmente te apetece es sentir esas mariposillas en el estómago (enamoramiento le llaman). Entonces ¡adelante!. De todos modos el mundo está muy faltito de personas enamoradas, de locos eufóricos que vayan por ahí con la cabeza en las nubes, de chicos que lleven ramos de flores, de chicas que se cuentan entre sonrisitas que han conocido a un chico muy guapo, de chicos gays besándose por Fuencarral, de chicas lesbianas que pasean de la mano orgullosas. Sí, quizá nos faltan más enamorados por las calles. Si estuviésemos constantemente enamorados y eufóricos, nuestras vidas serían menos grises, se nos iría con más frecuencia la cabeza, estaríamos todo el día planeando locuras con nuestras parejas, planeando escapadas de fin de semana, riéndonos como tontos, rodando por el césped haciendo la croqueta.. todo sería tan caótico. No. Prefiero ser más racional. Por eso escribo en este blog y menciono el amor…porque soy racional.

¡Bueno, al lío!

¿Qué propósitos cumplir?

¿Que no sabéis qué propósitos poneros? Si no os valen los que os acabo de comentar (dejar de fumar, ponerse en forma, aprender un nuevo idioma, viajar más o conseguir pareja), pues echad un vistazo al siguiente listado con otros propósitos (algunos en serio y otros en broma) y seguro que sacáis ideas:

  • Saldar deudas y ahorrar.
  • Participar en una carrera solidaria.
  • Aprender a escribir un cuento/guión o novela.
  • Tener hijos.
  • Aprender a tocar el bombo para que mis vecinos me linchen.
  • Mudarme de país.
  • Producir un musical y acabar de arruinarme.
  • Impartir justicia con capa, máscara y en leotardos.
  • Reclamar la paternidad de Julio Iglesias.

Seguimiento de propósitos

¿Y qué hacer para saber cómo avanzamos en nuestros propósitos? Pues os dejo un ficherito que me he hecho para que apuntéis vuestros propósitos y hagáis seguimiento. La idea siempre es plantearse como meta cumplir 3 o 4 propósitos al año, pero cada uno es hijo de su padre y de su madre y si te apetece tener solo 1, ¡pues adelante! O si te apetece tener 15, y te ves capacitado para tirar de este carro, ¡pues adelante también!. Modificad el fichero como os dé la gana. La idea es que dentro de unos meses lo mires y vayas controlando tus avances, o poniendo remedio. Y luego de un año, echar la vista atrás y ver todo lo que has conseguido.

Tenéis distintas columnas y os explico qué es cada una:

  • Nivel de dificultad: para que marquéis qué tan difícil es lo que os habéis propuesto.
    Seguimiento de propósitos

    Seguimiento de propósitos

    ¿Por qué quieres conseguir este propósito: escribid aquí vuestras razones (principalmente si os apetece proponeros esto o si tenéis que pasar a otro propósito que deseéis con más fuerza)

  • Acciones: aquí tenéis que poner vuestro plan, ¿qué vais a hacer para conseguir vuestro propósito?
Seguimiento de propósitos

Seguimiento de propósitos

  • Columna meses: para que vayáis poniendo aquí cuando os habéis propuesto comenzar, vuestros avances y, si hay algún propósito que se os esté encallando, lo tengáis visible y pongáis remedio. Viene bien tener vuestro plan a la vista.
Seguimiento de propósitos

Seguimiento de propósitos

  • Fila Avance real: para que marquéis aquí las fechas reales.
Seguimiento de propósitos

Seguimiento de propósitos

  • ¿Lo habéis conseguido?: ojalá fueran todos “si”, pero NO OS DESANIMÉIS si no conseguís alguno. Lo que no consigas puede ser un gran propósito para el 2019. No os obsesionéis con conseguirlo todo, centraros en alguno. La satisfacción de conseguir sólo una cosa también es INCREÍBLE.
  • Columna Comentarios: poned aquí todas vuestras ideas. Lo que sea: “Hoy estoy on fire”, “me cago en el chico turquesa”, “esto no vale ni pa carne picá”, “soy el Master of the Universe”, lo que sea. Es vuestro plan, son vuestros propósitos. Apuntad ahí todo lo que os de ánimo u os moleste más que mosca de verano.

De aquí a un año, si me queréis enviar a info@elchicoturquesa.com vuestros ficheros con todo lo que habéis conseguido, haré una estadística de todos los propósitos conseguidos y nos propondremos otros nuevos.

Fichero de seguimiento

Imprímelo y planifícate.

  • Fichero excel (para modificar) : Como planificar propósitos v.0
  • Fichero pdf (para imprimir)      : Como planificar propósitos v.0
  • Fichero excel de ejemplo            : Como planificar propósitos

¡Venga, al lío!

¿Y vosotros qué propósitos os habéis puesto?

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Acerca de chico turquesa

Me llamo Fran Barrera, soy chileno y vivo en Madrid aunque también he vivido en Málaga, New York y Antofagasta. Por si tenéis alguna duda: tengo papeles. Me gustan los idiomas (estoy aprendiendo chino), el running, viajar, decir "¡Ay la virgen, qué pelotudo! y he venido a divertirme al Hormiguero.

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