Esta semana en El Chico Turquesa vamos a hablar de un propósito de esos que son más difícil de cumplir que tener una cita con Naomi Campbell sin que te arroje el móvil a la cara: COMER MENOS COMIDA BASURA y al final, cada vez que lo intentas, acabas pasando más hambre que el Tamagochi de un ciego.
Lo malo es que en estos tiempo, entre que no hay tiempo suficiente para ir a la compra, ni para cocinar ni para organizarse, uno acaba tirando de cualquier guarrería, llámese McDonald, Kebab, Donuts de a kilo y medio, patatas de esas que llevan de todo menos patata, coca cola light por un tubo y azúcar como si no hubiera un mañana y todo por un módico precio.Seguir leyendo